Un invernadero para las ideas

Un invernadero para las ideas
Workether. Inspiración colectiva, «co-working»... son conceptos bastante extraños en Valencia que comienzan a escucharse gracias a centros como Wokether, creado por cuatro jóvenes empresarios valencianos procedentes del ámbito de la comunicación que han creado un espacio para pensar, crear y desarrollar proyectos mediante el trabajo, la suma de ideas y la colaboración entre emprendedores.

 Todo en Workether está pensado para ofrecer a los emprendedores un sitio donde pensar y parir nuevos proyectos. Con esa intención, cuatro jóvenes valencianos han montado Workether, una empresa de inspiración colectiva y «co-working». Ahora bien, ¿qué se esconde detrás de tan etéreo nombre? La intención de estos empresarios de crear en Valencia «el espíritu necesario, el ambiente ideal para desarrollar proyectos», en palabras de Pepe Borrás, fundador y director ejecutivo de Workether.

Para ello, las instalaciones de Workether, que vivieron la inauguración oficial el pasado jueves, están pensadas para precisamente eso, pensar. Mesas de trabajo individuales y en grupo, una zona de aula para cursos, talleres y conferencias, una pequeña cocina, una zona de ocio con máquinas de gimnasia... todo en Workether, hasta la decoración de las paredes, está dirigido a ayudar a inspirarse. «Pensamos Workether como una experiencia de trabajo y ocio, es un espacio de aprendizaje», explica Pau Sempere, director de Comunicación de la empresa. En el local, situado en la calle Serpis, se llevarán a cabo cursos para «seguir aprendiendo». Allí, aquellos que trabajan por cuenta propia tendrán un lugar para desarrollar sus proyectos «para esas veces en que sobra el pijama», indica Sempere, que señala que Workether está diseñado «para emprender proyectos más complejos».

El «co-working», la colaboración que se establece entre varios creadores o emprendedores, no es, sin embargo, una técnica obligada por los fundadores de Workether. «No obligamos a nadie, simplemente pensamos que podría venir bien tener cerca estímulos», explica Borrás, que indica que «a lo mejor» a la gente le interesa «tener cerca a otras personas a las que poder pedir opinión sobre sus proyectos».
El espacio en Workether cuesta entre 150 y 250 euros para un solo trabajador, con precios en torno a los 500 euros para grupos más amplios. Los interesados tendrán descuentos en cursos y talleres realizados en el lugar, que intentará ser «un centro social y cultural», comenta Sempere, que cree que en Valencia «faltan establecimientos como este» .

Estos jóvenes empresarios han visto «en la crisis una oportunidad», y creen que es un buen momento para empezar un proyecto porque, según Borrás, se produce «el efecto bombilla: cuando todo está negro, todos se acercan a la luz en cuanto se enciende una bombilla».

Fuente: Gabinete de comunicación. Generalitat valenciana